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Si te han diagnosticado de Trigonitis y quieres mejorar tu calidad de vida, este blog te será de gran ayuda.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Síntomas urológicos:

En ocasiones es difícil diferenciar si los síntomas provienen del sistema urinario o del aparato genital, ya que estos están íntimamente relacionados y muy próximos.

Lo que dificulta que el paciente transmita al profesional de la salud lo que siente y se pueda obtener un diagnóstico.

 Sistemaurinario.pngimagen trigonitis

Estos son los principales síntomas que un paciente puede presentar.

Disuria: Micción dolorosa

     Antes de la micción: Vejiga
     Al inicio de la micción: Uretra, próstata
     Durante la micción: Uretra y vejiga
     Al terminar la micción: Vejiga

Polaquiuria:  Aumento de la frecuencia miccional.

Poliuria: Aumento de la diuresis total
  
Urgencia miccional: Deseo intenso y repentino de orinar

Tenesmo: Sensación de micción incompleta

Pujo: Sensación de contracción vesical sin micción

Hematuria: Presencia de sangre en la orina

Es motivo de gran preocupación para el paciente. 
Debe serlo también para el médico.

La Fenazopiridina en el tratamiento de la trigonitis

Presentación:

La fenazopiridina es un producto químico que, cuando se excreta en la orina, tiene un efecto anestésico local. A menudo se utiliza para aliviar el dolor, la irritación, o el malestar causado por infecciones de las vías urinarias, cirugía o lesión en el tracto urinario. Así como en casos para aliviar la irritación o molestia al orinar. Por ejemplo, se prescriben a menudo después del uso de un catéter o después de la cirugía del pene que da lugar a la irritación de la mucosa del tracto urinario. 

Se suele utilizar en combinación con un antibiótico en el tratamiento de una infección del tracto urinario (cistitis). Aclaremos que la fenazopiridina no es un antibiótico.


Farmacocinética:


Las propiedades farmacocinéticas de la fenazopiridina no han sido bien determinadas. 

Su modo de acción no es bien conocido y sólo hay información básica sobre su interacción con el organismo. Se sabe que el producto químico tiene un directo efecto analgésico tópico sobre la mucosa de revestimiento del tracto urinario ya que es rápidamente excretado por los riñones a la orina.


Efectos secundarios:


La fenazopiridina causa un cambio de color en la orina, por lo general a un color naranja oscuro a rojizo. Este efecto es común e inofensivo, y es de hecho un indicador clave de la presencia del principio activo en el cuerpo. 

La fenazopiridina puede causar dolores de cabeza, malestar estomacal (especialmente cuando no se toma con alimentos) o mareos. Con menos frecuencia puede causar un cambio de pigmentación en la piel o los ojos, a un color amarillento. Esto normalmente indica la necesidad de interrumpir su uso. Otros efectos secundarios incluyen fiebre, confusión, dificultad para respirar, erupciones y la hinchazón de la cara, dedos, pies o piernas. El uso a largo plazo puede causar coloración amarillenta de las uñas. 


Uso en trigonitis: 


Actualmente este principio activo, no se comercializa en España por si sólo, sino que lo encontramos junto con un antibiótico (Micturol). Por lo que su uso con esta presentación no sería recomendable para tratar la trigonitis. Podemos encontrar en la web, páginas que comercializan Fenazopiridina, pero es más seguro que sea adquirido en una farmacia que realice comprimidos con este principio activo. 

No está probada su eficacia aún y no se trata de un medicamento que cure la trigonitis, pero si que calme sus síntomas.

viernes, 13 de mayo de 2011

¿Qué es la trigonitis?

Es un proceso patológico vesical inflamatorio crónico que clínicamente se caracteriza por síntomas irritativos parecidos a la cistitis aguda clásica pero que se prolonga en el tiempo.
Esta enfermedad la podemos encontrar con varios nombres: vejiga irritable, síndrome uretral, cistalgias con orinas claras, uretrotrigonitis o cistitis intersticial.


La cistitis intersticial es un síndrome de etiología actualmente desconocida sobre la que se presupone un origen multifactorial caracterizado por la existencia de una inflamación crónica de la vejiga.

La enfermedad es entre seis y diez veces más frecuente en mujeres que en hombres.

La sintomatología más frecuente consiste en un conjunto clínico compuesto de urgencia urinaria, polaquiuria, nicturia, escozor miccional, dolor pélvico y suprapúbico que mejora parcialmente en la mayor parte de los enfermos después de la micción.

Acompañando estos síntomas más constantes, existen otros menos prevalentes como la dispauremia y el empeoramiento sintomático percibido por el enfermo tras periodos de estrés y después de mantener relaciones sexuales.

El tratamiento de la cistitis intersticial es complicado y no siempre satisfactorio. Se han ideado múltiples formas de tratamiento, tanto médicas como quirúrgicas, probablemente debido a no haber encontrado ninguna que sea plenamente eficaz. Un enfermo puede beneficiarse de diferentes tratamientos según el momento evolutivo y severidad de su enfermedad, incluso una combinación de varios.

Normalmente se consigue una disminución de la intensidad de los síntomas, pero raramente se alcanza una desaparición completa y definitiva de los síntomas.